08 noviembre 2003

Extrema crueldad, extrema humanidad.

En febrero de 2002 fue asesinado en Pakistán , por fanáticos religiosos, el periodista estadounidense Daniel Pearl, su viuda Mariane acaba de escribir un libro relatando su calvario. Su hijo Adam nació tres meses después de que degollaran y trocearan como un cordero, delante de las cámaras, a su padre.
Ante tanta crueldad y barbarie Mariane, tempranamente convertida al budismo, no ha perdido los valores que compartía con Daniel, lucha a diario para que sus sentimientos positivos prevalezcan.
Desde Rawalpindi, en la prisión central, desde la celda de condenados a muerte, el doctor Mohamed Yunos Sheij espera que le ahorquen acusado de sacrilegio contra la religión, por un comentario inocente sobre los orígenes del islam. Cuando se enteró del asesinato de Daniel, hizo llegar a la joven viuda un mensaje de compasión, de tristeza y simpatía, sin una sola queja por su situación. En lo más profundo del alma humana, la extrema crueldad puede convertirse en extrema humanidad.

07 noviembre 2003

Compleja realidad.

El primer guiño que nos dedica la muerte es terrible; una mueca descarnada que nos transmite, por primera vez, el dolor de lo definitivo e irremediable. Yo no lo recuerdo, aunque conservo recuerdos desde los tres años, pero siempre me acordaré de la imagen de mi hija Zoe, de cuatro años, llorando desconsolada con un gorrioncillo muerto en sus manitas, besándolo, y preguntándome, desesperada, si volvería a la vida con unas miguitas de pan. Me miraba como miran los niños pequeños a sus padres, cuando todavía creen que lo pueden todo, y tuve que decirle que ya no se podía hacer nada por Picasoques...
La vida nos enseña que el tiempo se divide, irreversiblemente, en pasado, presente y futuro, aunque el corazón no acaba de entenderlo de forma tan clara. Quién nos iba a decir que sería la física, la disciplina científica más matemática, la que acabaría contradiciendo a la razón. Einstein nos enseñó que el tiempo y el espacio son relativos, que se pueden estirar o contraer como un chicle, y que representan una realidad cambiante según el sistema desde el que los observemos. El pasado para nosotros puede ser el presente o el futuro para un observador moviéndose en un sistema independiente del nuestro. Y todo esto no son especulaciones, se ha comprobado experimentalmente con aviones supersónicos y relojes atómicos. La llamada paradoja de los gemelos es una realidad: si uno de dos hermanos gemelos se queda en la Tierra y el otro se embarca en un viaje interplanetario, con una nave que viaje a una velocidad cercana a la de la luz, el tiempo en la nave pasa, irremediablemente, más lentamente que en la Tierra. Un año en la nave puede suponer 500 años en la Tierra. El presente del gemelo viajero, al cabo de un año, es el futuro lejano del hermano que se quedó en la Tierra.
La forma en que advertimos la realidad tiene más que ver con nuestras limitaciones que con la misma realidad. Para mi es un consuelo y cuando Zoe pueda comprenderlo espero que también lo sea para ella.

06 noviembre 2003

La hiper_red, el paraíso perdido.

Antes del pecado original si que había, de verdad, una red de redes, la verdadera hiper_red. Todo estaba conectado con todo, a la mayor velocidad posible, a la velocidad del pensamiento.No había que notificar con un ping ninguna actualización, en el mismo momento en que se pensaba ya era del dominio público, más aún, no había diferencia entre “mis” actualizaciones y la de los “otros”. Era el verdadero paraíso de los weblogs donde la comunicación ya ni siquiera se podía llamar así, pues no existía la frontera entre las partes, y entre las partes y el todo. Todo era simultáneo, banda de transmisión infinita, todo era uno. Después aparecieron las partes, lo incompleto, y empezaron a añorar aquella época de simultaneidad y a tratar de comunicar, de conectar, con todo y con todos, con verdadero anhelo. Les faltaba algo, la hiper_red, el recuerdo íntimo del paraíso perdido.

05 noviembre 2003

El nuevo muro de la vergüenza

La Muralla China es la única obra humana que se puede ver desde la Luna., pero Sharon está construyendo una nueva muralla que va a superarla: el nuevo muro de la vergüenza. Una muralla que separa amigos, vecinos y miembros de una misma familia, la pesadilla del muro de Berlín resucita.
En un mundo globalizado, donde las fronteras parecen diluirse, Israel nos devuelve a los peores periodos de irracionalidad , a los peores absurdos de la Historia. Israel construye un muro contra el futuro, que separa a las familias, a los amigos, a los vecinos, un muro para encerrar en un gueto a los palestinos que perderán parte de sus tierras, recursos acuíferos y fuentes de supervivencia.
Desde la Red estamos creando un mundo más libre ( utopía?). Internet no puede quedar en un mero instrumento económico para facilitar el resultado de empresas, debe servirnos para poner cortapisas al poder despótico de algunos gobiernos o multinacionales, que actúan sin el más mínimo pudor contra los más elementales derechos humanos .

Contra el nuevo muro de la vergüenza. "Sean tus púas mis alas y mi sangre la herrumbre que te destruya..."

03 noviembre 2003

El príncipe, la periodista y SINTEL ( por ejemplo)

Hay hechos que parecen muy significativos, por razón de la vistosidad de la noticia, y sin embargo tienen una importancia meramente anecdótica. Por ejemplo la noticia del noviazgo oficial del Príncipe de Asturias. La noticia en sí sólo vale para que los partidarios de la monarquía o los contrarios comiencen con una serie de disquisiciones que no llevan a ninguna parte. El hecho del noviazgo no tiene ninguna trascendencia de consideración, ni siquiera el hecho de cuestionar o no la monarquía, porque cambiando monarquía por república nada cambiaría, sustancialmente, en la sociedad española.
Hay, sin embargo, hechos con gran importancia en sí mismos, por las contradicciones y el poder de cambio que conllevan, que ni siquiera son planteados ni discutidos. Por ejemplo, mañana cualquier empresa puede vender una de sus partes con sus trabajadores, como un activo más, sin consultarles y sin incurrir en ningún delito. Las leyes de compraventa de las empresas con sus trabajadores ( véase SINTEL,(*)) no tienen el más mínimo talante democrático ni cortapisas reales, ni las tendrán en este tipo de sociedad, y a nadie parece que le importa hasta que lo sufre en sus carnes.

(*)Empresa con capital 100% de Telefónica que fue vendida al mejor postor, con trabajadores incluidos. Hay cientos de casos parecidos.