30 diciembre 2019

Blanquita y la libertad

Blanqui

Hace algo más de un año recogimos, en pleno diluvio, una gatita blanca, de apenas un mes. La hemos criado y ahora es como de la familia: sale a nuestro encuentro y le encanta que la entremos en casa, donde duerme horas y horas, o sola o sobre alguno de nosotros. Corretea por el jardín, salta hasta los otros jardines o hasta la calle.Tiene plena libertad, pero esa libertad, por desgracia, tiene un precio. Ahí fuera hay muchos peligros, los perros, otros gatos y, sobre todo, los coches. Hasta ahora hemos tenido muchos gatitos y desaparecen. Un mal día ya no vuelven a casa, los esperas y los esperas y sabes que los has perdido para siempre. Nos enseñan una lección de vida: a disfrutar del presente, de su cariño, y a darles libertad a pesar de todo lo malo que les pueda traer ser libres.



Publicado en Levante-emv el 9-1-2019

09 junio 2019

Alginet, de la creu a la vía



Mi infancia transcurrió en un pequeño barrio de Alginet entre la Creu, parada obligada de todos los entierros antes de su último destino, y la vía del trenet de València a Villanueva de Castellón. Aquellos años 60 del siglo pasado fueron de vida difícil pero sencilla: mucho trabajo y obligaciones, poco dinero y ningún lujo.

Las casas estaban abiertas a todo el vecindario, que era una gran familia: las llaves en la puerta y la calle era la prolongación natural del hogar y viceversa. No se tiraba nada, todo se aprovechaba: las pieles de conejo, los trastos o los trapos. La televisión era en blanco y negro y solo había dos canales, o apenas uno y medio.

La vida transcurría en la calle, los chiquillos jugando al pic i pala, al parao, al levanto la piedra. El heladero se paseaba por todo el pueblo, con su carrito, vendiendo agua, limón y horchata que mojábamos en pan. Las ensaimadas, para merendar, las traía por la tarde, el ensaimaero, en bicicleta. En verano la gente salía a la fresca y se concentraba en grandes rotgles contando cuentos o viendo las series como El fugitivo en la tele.

Nunca estabas solo, aunque quisieras. No teníamos nada pero nos teníamos los unos a los otros. Hoy ocurre lo contrario, por desgracia. Será el signo de los nuevos tiempos.


Publicado en el Levante_emv  el 12/07/2017

Abrazos



Cuando era jovencito hice un viaje de dos semanas, por Andalucía, con el instituto. Al volver, recuerdo que mi madre me dio el mayor abrazo que yo recordaba: Cuánto me habría echado de menos y qué alegría de volverme a ver! Ahora me ve cada día y, cada día, me da ese mismo abrazo. Está en una residencia, al lado de casa, y cada vez que me ve no recuerda haberme visto el día de antes. A veces, incluso, dudo si sabe quién soy, pero al verme se echa a mis brazos y me hace recordar, cada día, aquel abrazo...


Publicado el 30/01/2019 en Levante-emv

La democracia y los salva patrias/es

Europa, l'únic futur

He nacido y crecido en una dictadura, y descubrí la democracia en plena juventud. Entonces aprendí que en democracia nadie es el salvador de la patria ni la esencia de un pueblo, y que la persona elegida democráticamente deja de ser de un partido o de otro para ser de todos 


Después de tantos años veo que vuelven a salir salva patrias y dirigentes que como aquel caudillo, que destrozó mi familia y tantas otras, se arrogan el derecho de representar a todo un pueblo tan variado y con valores tan diferentes. Sus cantos de sirena apelan a unos sentimientos que han destrozado innumerables veces a nuestra querida Europael único futuro, con sus valores universales, que podemos legar a nuestros hijos. 

Europa, l'únic futur

He nascut i crescut en una dictadura, i vaig descobrir la democràcia en plena joventut. Llavors vaig aprendre que en democràcia ningú és el salvador de la pàtria ni l'essència d'un poble, i que la persona escollida democràticament deixa de ser d'un partit o d'un altre per ser de tots ... 

Després de tants anys veig que tornen a sortir salva pàtries i dirigents que com aquell cabdill, que va destrossar la meva família i tantes altres, s'arroguen el dret de representar a tot un poble tan variat i amb valors tan diferents. Els seus cants de sirena apel·len a uns sentiments que han destrossat innombrables vegades a la nostra estimada Europa, l'únic futur, amb els seus valors universals, que podem llegar als nostres fills.


Publicado en La Vanguardia, el 10/6/2019.




El canto de los pájaros y el espejo


Estoy en el jardín y escucho el canto de un pajarillo que me está diciendo que está ahí. Me lo dice a mi y a todos sus congéneres, y me doy cuenta que se lo está diciendo... a él mismo. Ellos cantan cuando oyen cantar, pero también se oyen a ellos mismos y cada interrupción y cada cambio en su trino es como una prueba: “Soy yo, mira ahora cambio, ahora paro…” Es la misma reacción de animales, supuestamente, más inteligentes ante el espejo: Se mueven a un lado u otro, arriba o abajo y llegan a ser conscientes de su imagen por los cambios reflejados en el espejo que, previamente, ellos han pensado…