23 diciembre 2011

Manitu era la Verdad

Al despertarse en el cielo, después del sueño de la muerte, un gran jerarca cristiano-judío-musulmán descubre con asombro que lleva un pequeño taparrabos y va cabalgando, como alma que sigue el diablo, sobre un bellísimo corcel; con plumas en la cabeza y un arco con flechas, detrás de una gran manada de búfalos, en medio de una extensa y hermosa llanura.

¿Esto es el cielo?, piensa el gran jerarca. ¿Ni la Santísima Trinidad-Yavé-Alá eran el Dios verdadero?, reflexiona con pavor. ¿ El Gran Manitu de los Siux es el verdadero Dios?...

Después del asombro inicial se deja llevar por el galope del caballo, y con la cabellera al aire da gracias al Gran Manitu, disfruta del momento y del Verdadero Cielo, de la caza y de la magnificiencia de la naturaleza que le envuelve.