14 noviembre 2008

Los "Señores del Universo"defienden sus máquinas de enriquecerse


Los grandes inversores George Soros, James Simons, John Pailson, Philip Falcone y Kenneth Griffin (de izquierda a derecha) acudieron ayer a la Cámara de Representantes de EE UU para aclarar su responsabilidad en una crisis de la que también han sacado miles de millones de euros. Son los señores del universo, como los definió Tom Wolfe (El País, 14-11-08).

Cuando los miro no puedo dejar de pensar que representan lo peor de este sistema egoísta y corrupto. Millones de personas se van a quedar en la miseria por sus malas artes y por otros miles de especuladores como ellos. ... Y ahí están, tan frescos, orgullosos y sonrientes. En ocasiones como esta me gustaría vivir en un mundo menos "civilizado", seguro que no se salían de rositas.


Sus credenciales:

- Soros se hizo multimillonario en los noventa hundiendo a la libra esterlina.

- Philip Falcone también ganó especulando con las hipotecas basura (subprime), doblando su fondo hasta los 16.000 millones de euros. También ha apostado 600 millones de euros por la caída de BBVA, Santander y Popular, por lo que acumula fuertes plusvalías.

- John Paulson apostó casi 1.500 millones de euros por el desplome bursátil de los bancos británicos.

- James Simons, cuyo fondo maneja 23.000 millones de euros, ha amasado una fortuna utilizando sólo modelos informáticos para sus inversiones.

El presidente de la Comisión, el demócrata Henry Waxman, denunció que gracias a la ausencia de regulación los directores de los hegde fund (los fondos de alto riesgo que mueven miles de millones especulando con acciones, divisas, materias primas y todo aquello que cotice) no sólo amasaron una fortuna considerable -se estima que ganaron una media de 1.000 millones de dólares cada uno en 2007- sino que burlaron al fisco, tributando a un tipo muy inferior al que corresponde. "Una parte de sus ganancias tributó por debajo del 15%. Eso significa un tipo menor que el que pagan muchos profesores, bomberos o fontaneros", denunció Waxman.

De pena. Y todo esto resulta que no es un "fallo" del sistema. El sistema es perfecto, resulta que sólo fallan algunas personas por su egoísmo y avaricia. Eso mismo se podía decir de los regímenes comunistas y de cualquier otro régimen. Cualquier sistema sería perfecto con individuos perfectos. El problema es que el sistema debe poder regular las acciones interesadas y egoístas de sus integrantes y prevenirlas.

Esta crisis nos da la oportunidad de intentar cambiar el sistema productivo y hacerlo sostenible. No tiene sentido pensar que este sistema puede seguir y seguir creciendo hasta el infinito cuando contamos con un planeta finito con medios limitados. Hay que conciliar convenientemente la globalización con la localización y buscar un mundo más humano y sostenible. Sólo tenemos este planeta para nosotros y nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. No hay un futuro si no es sostenible.

Link de una interesante reflexión sobre todo este asunto.