17 noviembre 2009


Tenemos un problema


En la reciente visita del presidente Barack Obama a China se entrevistó con jóvenes estudiantes chinos. El encuentro que fue silenciado por los medios chinos representa el problema que tienen las autoridades comunistas, China y todos nosotros. Tal como les dijo Obama a los jóvenes, la libertad de información, de pensamiento y otros derechos humanos y políticos son valores de dimensión universal que ningún país, China incluido, puede conculcar.

¿Y por qué es un problema? Porque, precisamente, eso es completamente cierto en China, en Irán, en Estados Unidos o en Cuba. Es algo universal que van a reclamar, cada vez más abiertamente los chinos. Es imparable por ese régimen y por cualquiera, y al final va a sembrar el país de una inestabilidad totalmente incompatible con sus estructuras actuales de poder. A muy medio plazo, la estabilidad de este gigante es imposible bajo las actuales circunstancias de falta de derechos fundamentales en una sociedad pujante, y su tambaleo hará temblar la propia estabilidad del planeta. Ese es su problema y el nuestro.