24 noviembre 2012


Un caracol


A veces es sorprendente cómo el detalle más insignificante nos devuelve a la realidad. Cuando la realidad creemos que son los problemas del tráfico, el estrés del trabajo o los múltiples problemas personales y familiares. Después de varias olas de frío y alguna que otra lluvia, la otra noche me fijé en un caracol que había salido a pasear . Era como si su modesta presencia me hubiera despertado de un letargo de días: la vida sigue y formamos parte de ella.
Publicado en El País (Comunidad Valenciana), el 7 de marzo de 2005.