31 agosto 2005


Los límites.

La misma noche que envié el post anterior vi un reportaje sobre 927 deportados españoles de Angulema (Francia) al campo de exterminio de Mauthausen. El tono alegre de mi justificación a nuestra existencia se vino abajo y me pregunté porqué Dios permite las atrocidades y el dolor.

Creo que ese dolor y esa desesperación que sentimos le muestran a Dios sus propios límites. A todos los recovecos de esa oscuridad ni siquiera Él llega.

28 agosto 2005

Bocadillo de atún ( con aceitunas).

Tengo la descabellada teoría de que los pequeños o grandes placeres son nuestra ofrenda diaria a los dioses. A través de nuestros sentidos obtenemos una sensación de plenitud que nos comunicaría con ellos y les transmitiría la vida y cotidianidad que les falta.

Los dioses (Dios) que rigen nuestros destinos necesitarían a los simples mortales para ser completos. El todo y las partes. Puede que el placer que sentimos al comernos el bocadillo que nos chifla sea la razón metafísica que explique el sentido de nuestra triste existencia.