09 junio 2019

Alginet, de la creu a la vía



Mi infancia transcurrió en un pequeño barrio de Alginet entre la Creu, parada obligada de todos los entierros antes de su último destino, y la vía del trenet de València a Villanueva de Castellón. Aquellos años 60 del siglo pasado fueron de vida difícil pero sencilla: mucho trabajo y obligaciones, poco dinero y ningún lujo.

Las casas estaban abiertas a todo el vecindario, que era una gran familia: las llaves en la puerta y la calle era la prolongación natural del hogar y viceversa. No se tiraba nada, todo se aprovechaba: las pieles de conejo, los trastos o los trapos. La televisión era en blanco y negro y solo había dos canales, o apenas uno y medio.

La vida transcurría en la calle, los chiquillos jugando al pic i pala, al parao, al levanto la piedra. El heladero se paseaba por todo el pueblo, con su carrito, vendiendo agua, limón y horchata que mojábamos en pan. Las ensaimadas, para merendar, las traía por la tarde, el ensaimaero, en bicicleta. En verano la gente salía a la fresca y se concentraba en grandes rotgles contando cuentos o viendo las series como El fugitivo en la tele.

Nunca estabas solo, aunque quisieras. No teníamos nada pero nos teníamos los unos a los otros. Hoy ocurre lo contrario, por desgracia. Será el signo de los nuevos tiempos.


Publicado en el Levante_emv  el 12/07/2017

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