Ultrasueño.
Hans se despertó radiante. Un nuevo día le brindaba su luz : algún mendigo/negro/turco/viejo que apalear, alguna farola/escaparate/cabina de teléfonos que destrozar, algunas pintadas racistas/xenófobas que plasmar ... un día más de su espléndida juventud.
Dasayunó y salió a la calle : su territorio. Saludó a un joven ario. Al volver la esquina saludó a otro, más allá a otro y a otro más ... ¡ Dios mío, qué es esto ! ¿Era una alucinación o un sueño? La angustia se fue apoderando de él, su corazón latía desbocado y su propio sudor parecía ahogarlo. ¡ No !, el kiosquero, las señoras de la limpieza de los almacenes La Motte , el taxista , el conductor del autobús, un hombre que paseaba a su perro, todos, absolutamente todos eran jóvenes , bellos y rubios arios. ¿ Qué locura era esta ? No quedaba ningún mendigo/negro/turco/viejo que apalear. Por arte de magia la uniformidad lo impregnaba todo, las diferencias habían desaparecido . Todo era monótono, regular , semejante .
Debía estar soñando. Regresó corriendo a casa. De la habitación de su abuelo vio salir a un joven ario en pijama. Fue a la habitación de sus padres a despertarlos : temblando dio al interruptor de la luz y ... desperezándose, entre dormidos y extrañados habia dos jóvenes y bellos rubios arios. ¡ Noooooo ! Despertó entre sollozos, empapado en sudor. Afortunadamente sólo había sido un sueño, una horrible pesadilla : su gran sueño , en realidad, era su peor pesadilla.
03 febrero 2004
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