13 febrero 2004

Calcetines

Salva, cada mañana, cuando se vestía, se tomaba especial interés al ponerse los calcetines: debían ser del mismo color. Ese interés le obsesionaba desde hacía algo más de un mes, pues después de llegar al trabajo, y tomar el primer café del día, descubría que cada calcetín era de distinto color. Así le había ocurrido, día tras día desde hacía más de un mes y no entendía nada. Después, pasaba el resto de la jornada de trabajo alargándose los pantalones para que nadie descubriera su extravagancia.Por lo demás, todo parecía absolutamente normal, no advertía el más mínimo detalle que delatará una situación extraña.

Siguieron pasando los días, hasta que se atrevió a preguntarle a un compañero sobre sus calcetines. El compañero le miró, observó sus calcetines con una expresión aburrida, y le dijo que eran bastante corrientes. Salva respiró, todo eran suposiciones suyas, nadie le veía sus calcetines de distinto color. Pero... ¿ entonces, qué es lo que le estaba pasando?.

Al día siguiente siguió tomándose especial interés al ponerse sus calcetines, pero sabía que todo quedaba de puertas adentro. Nadie iba a reparar en sus extraños calcetines, seguía siendo, al menos en apariencia, una persona normal.

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